She is so sweet!
Las crónicas de ELLA #2


Cerré los ojos y soñé con entenderlo.

Soñé con entender algo tan efímero, como es la vida. Soñé con la vida mortal, la eterna o simplemente el fin de la misma. Soñé con el silencio, con la brisa, con el viento, con lo que pasaría cuando ya no fuera capaz de escoger lo que quería en la vida. Y entonces tuve miedo.

Hay gente que dice que la vida es solo una etapa más, un camino que hay que forjar a través de infinitas decisiones que tomamos en cada instante de cada día. Cada vez que te levantas de la cama por la mañana, cuando tomas una nota, regalas un abrazo, sentencias a aquel que una vez fue tu mejor amigo... todo un fino hilo conductor que se va tejiendo a medida que tomamos cada una de las elecciones.
Decisiones a veces sencillas, otras veces no tanto y otras... teóricamente imposibles. Pero la teoría nunca a convencido a nadie y quieras o no, siempre te toca coger una opción y seguir luchando. Seguir luchando por tomar tu misma las decisiones que dirigen tu vida. Por que nadie aparte de ti, tiene derecho sobre ella.


Abrí la mano, y la cerré, Miré por la ventana, y corrí la cortina. Abracé mi fría muñeca de porcelana, y la acuné. La acuné murmurándole una tranquila canción de cuna. ¿Por qué? Por que simplemente, me apetecía hacerlo. En lugar de salir de la habitación. En lugar de encender el ordenador. En lugar de llamar a una amiga... tomé la decisión de acunar a mi muñeca cantándole una canción de cuna. No sé, si fue una elección relevante en mi vida, pero si que fue... especial. Como cada una de las decisiones que tomo.
Miré a Narcisa, mi muñeca, y admiré su belleza, envidiando su perfección. Sabiendo que jamás la perdería, que su vida, su existencia, sería eterna. Al contrario que la mía.

Abrecé mi muñeca, cerré los ojos y soñé con entenderlo.
Aleeex*
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